EL HORMIGUERO

Por Dany Wilde.
Y hubo un día que la derecha pateó el hormiguero y miles y miles de hormigas salieron, se distribuyeron por el campo y no detuvieron su andar. Encima son las negras, las trabajadoras, las peronistas.
Y si porque la derecha hoy sintió el golpe. Carrió inventa adjetivos para convocar fiscales y jueces y seguir apareciendo en Clarín. Macri no termina nunca de hilar una frase en cualquiera de sus medios amigos y la Bullrich entró en pelea franca con la obesa coalición.
Mientras Juntos por el choreo continúa groggy, en Uruguay y Juncal se come el mejor choripán de la Argentina. Por trescientos pesos usted tiene derecho a un soberano sanguche del clásico elemento carneo peronista más un plus de humo y fastidio sobre ilustres hogares y vecinos.
En realidad, comerse un chori delante de un gorila no tiene precio y como si esto fuera poco lo saborea delante del departamento de Cristina y en presencia de corazones amigos, compañeros y pibes que saltaron ante la injusticia.
El fiscal es amigo del juez y el juez amigo de Macri, o sea del poder real. Seguramente han arreglado una fortuna por encadenar injustamente a un ciudadano que no se arrodilla ante el sistema.
La pelea no terminó, se agrandó. Hace un tiempo era el sistema contra Cristina. Las redes contra la compañera, los medios contra la vicepresidenta y Alberto, Alberto bien gracias. Hoy es el poder real contra la ex presidente y contra el pueblo, porque el pueblo no cambió de idea y tomó plazas y calles. Patearon el hormiguero, ahora a pelarse. Hay que aguantar el afecto, el folclore peronista, el humo del chori y las cascaras de mandarina sobre Juncal. Todo esto no es para gente ilustre que lava plata, no paga impuestos y va a la iglesia luego de insultar al Papa. No es para el recoleto vecino.
Esto no terminó, esto recién empieza. Habrá congresos, plazas, movilizaciones, épica de un pueblo que no negocia el afecto por la promesa de ajustar menos. La gente no transa con el enemigo, el pueblo no habla del amigo Larreta, del amigo Morales, el pueblo se sincera y declara enemigos a todos aquellos que atenten contra el peronismo porque el movimiento es patria y el neoliberalismo es saqueo, traición y sometimiento. Alberto es el dirigente correcto que se amiga con todos menos con aquellos que lo votaron. Massa es el socio de Macri, el ventajita, hincha de Tigre, Chacarita, San Lorenzo y veinte casacas más que siente devoción por la bandera de barras y estrellas. Ellos controlan el Frente, pero no la voluntad de un pueblo que dijo presente, que hace guardia, que consume un chori y que se le planta al poder real. Un pueblo rebelde que pide épica y más épica y defiende a quien no le mintió, a quien le cumplió mientras los Navarro, Pérsico, Massa y demás se aprovechan del sentimiento peronista. Todavía no está todo dicho y hoy más nunca hay esperanza porque la esperanza es cristina. ¿No le parece?