LOS MEDIOS Y LOS GOLPES

Por Carlos Galli.
Algunos medios de COMUNICACIÓN SOCIAL en nuestro país, muchas veces, fueron participes directos o indirectamente de los golpes de Estado, perpetrados por las diferentes dictaduras militares y genocidas.
Desde el comienzo del siglo pasado, anunciaba en letras de catástrofes que eran necesarios para la paz y el orden. Eran acompañados por radios afines y cuando se instaló la caja boba (televisión), fueron cómplices de los derrocamientos de gobiernos democráticos.
El diario LA PRENSA fue, históricamente un diario gorila, «consumido» por aquellos que tenían la nariz como oliendo bosta. Por aquellas épocas la única abanderada de los humildes, nuestra entrañable Evita, lo hizo clausurar y no cabe ninguna duda, que hizo justicia para el pueblo. Por esta actitud tuvo el agravio del centenario partido Radical, y de la curia siempre ligada a los uniformados chupa cirios y santurrones, especialmente de la marina de guerra.
Con el transcurrir del tiempo, aparecieron medios gráficos tan golpistas como el fundado por José C. Paz. Entre tantos, puedo citar a La Nación, y al gran pasquín argentino, tanto que su logo es un clarín. Ambas corporaciones son los dueños de papel prensa, que costó sangre y muertes, y así se apoderaron hasta hoy sin importarles un carajo de como lo obtuvieron.
El clan de Magneto y los Mitre, si pudieran irían a golpear las puertas de los cuarteles y de Campo de Mayo. Con las manos llenas de sangre, el corazón de piedra, y la conciencia cauterizada, incorporaron radios y canales de televisión. TN, La Nación Más, Radio Mitre, La Voz del Interior de la Provincia de Córdoba, y tantos otros medios con periodistas ensobrados, o tan golpistas como sus patrones. Más que empleados, son esclavos. América y A24, van y vienen como las olas del mar, se mueven según sus conveniencias, y no por sus principios.
La bajada de línea o las editoriales que realizan chorrean golpismo. Son tan obvios, como explicar que agua moja.
Pero nuestro pueblo sabe que leer y que mirar. Existe un aparato sensacional llamado control remoto, que se utiliza para que no nos coman el cerebro.
Pero ocurre algo que resulta raro, extraño, existen medios de comunicación grises y tibios. Ejemplos: Crónica, C5N, Página 12, y hasta Canal nueve. El titular de estos medios nombrados, es Víctor Santamaria, presidente del PJ Capital. A veces es Albertista, otras se hace el Kirchnerista, y hasta parece un Peronista de pura cepa. Su empresa se llama Grupo Octubre, según él, en homenaje al día de la Lealtad. Un caradura. Porque también es el dueño de la revista Caras y Caretas.
Otro caso raro, es Editorial Perfil, y su responsable Jorge Fontevecchia. Más gorila que King Kong. En la década ganada no tuvo pauta oficial, hasta el 17 de agosto de 2008, cuando éste boludo la consiguió por los contactos en el Gobierno y en la Agencia oficial TÉLAM. Hoy, se hizo oficialista al igual que la paupérrima Revista NOTICIAS, y la cholula CARAS. Así son los medios de comunicación en nuestro amado país. Algunos hasta con doble moral periodística. Un día son progresistas y otros son reaccionarios.
No me gusta hacer periodismo de periodista, pero ocurre que muchos de ellos me dan asco. Cada lectora y lectores, saben a quienes me refiero. Con no verlos y no escucharlos resulta muy saludable, a menos que quieras que te rompan la cabeza, porque muchos de ellos están acostumbrados a utilizar «los golpes».
POSDATA:
Qué triste es tener que bancarnos a Grabois hacer la V de la victoria cuando se pasea por los medios, y es uno de los tantos gerentes de pobreza. Un mal parido que se esconde bajo las polleras de la vicepresidenta. Y eso es una verdadera cobardía.




