Llegó la hora de recomponer los lazos con Venezuela

Por Margarita Pécora –
Un dato relevante trascendió en el contexto de esta primera visita oficial a la Argentina del presidente de Ecuador Guillermo Lasso, y es la decisión de acompañar al presidente Alberto Fernández usando la plataforma de la Comunicad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) a recomponer los lazos diplomáticos con la República bolivariana de Venezuela.
Una propuesta-conviene aclarar-, que parte del presidente argentino, no del ecuatoriano, pero que traduce un gesto que se inserta en el “programa de fraternidad en América Latina y el Caribe”, que ambos mandatarios se proponen impulsar desde la CELAC, y que en esencia significa hacer justicia por el tiempo que han perdido Argentina y Venezuela, sin relacionarse plenamente, teniendo a la sede diplomática del país en tierra argentina sumida en la penumbra, aislada y sin el reconocimiento oficial de un embajador/a.
Tiempo precioso que han perdido ambos países de seguir fortaleciendo sus relaciones bilaterales que durante los gobiernos de Néstor y de Cristina, fueron muy ventajosas de forma recíproca.
Aunque no está dicha la última palabra, todo indica que muy pronto en los interiores de la sede diplomática venezolana ubicada en la Avenida Luis María Campos, en la Capital Federal, se volverán a prender las luces, y sonarán los teléfonos que hasta hoy solo responde una fría computadora.
“Pensamos que ha llegado el momento de hablar de Venezuela, y como primer paso la Argentina quiere volver a recuperar su vínculo diplomático pleno” con ese país, reflejan las fuentes sobre lo dicho textualmente por el presidente Alberto Fernández.
Tal vez el ciudadano común no alcance a calibrar cuánto se ha perdido en este largo impase de relaciones, desde que Mauricio Macri prendió la mecha de la discordia apoyando a quien se autoproclamó presidente encargado de Venezuela – Juan Guaidó-, cuando fungía como presidente de presidente de la Asamblea Nacional y de manera repentina se autojuramentó como Presidente, asumiendo las funciones del Ejecutivo nacional.
El macrismo no se conformó con ese espaldarazo confabulado con lo más recalcitrante de la derecha colombiana y también nombró a Elisa Trotta Gamus como Embajadora de la República Bolivariana de Venezuela, ante la República Argentina . Trotta y un séquito de funcionarios y senadores denunciaban por todos lados haber sido perseguidos por el “régimen” de Nicolás Maduro, y terminaron siendo aupados por el entonces Presidente Mauricio Macri que ordenó también fueran recibidos con honores en el Congreso de la nación por el bloque de Cambiemos. Allí, a puerta cerrada trazaron estrategias para seguir dando golpes a Maduro por todos los flancos.
Pero la puesta en escena de Juan Guaidó no resistió ni sus maniobras, ni el tiempo, y su liderazgo se debilitó tras el fracaso de su estrategia para echar a Nicolás Maduro del poder en Venezuela.
“Como presidente pro témpore de la CELAC, convoco a todos los países de América Latina y el Caribe a que repensemos la situación de Venezuela, porque ha pasado un tiempo difícil y creemos que es momento de ayudarla a que en el diálogo recupere plenamente su normal funcionamiento, y no lo vamos a lograr si la dejamos sola, sin embajadores y sin nuestra atención”, expresó Fernández al brindar una declaración a la prensa junto a Lasso en el Salón Blanco de la Casa Rosada.
Allí dijo Fernández que comparte con Lasso una mirada común sobre lo que América Latina necesita”, y puso énfasis en la “preocupación de luchar denodadamente para terminar con la pobreza, así como el compromiso de fortalecer las democracias y la institucionalidad(…)
Por su parte, Lasso destacó “hemos coincidido en cuanto a que la CELAC puede servir de plataforma para reconstruir esa unidad de América Latina y el Caribe para que sepamos manejar nuestras diferencias en un ambiente de diálogo que propicie hacia la prosperidad de nuestros pueblos”.
A pesar de que aún suene insegura la postura de Lasso respecto de reconocer en el terreno diplomático a Venezuela, cuando dijo que “lo van a considerar y analizar”, ya de hecho es valioso su aporte a esta fraternidad que busca desde la CELAC, para los pueblos de América,-sin distinción-. Si de veras quieren progresar y desterrar la pobreza en la región, no cabe otra que poner a un lado las diferencias políticas.




