Opinión

LA ORGANIZACIÓN VENCE AL TIEMPO

Por Wally Crock.

Nuevamente el ojo que todo lo ve en la Ciudad de Buenos Aires es ocultado en los medios.

¿De qué manera analizar esa frase? Es decir, “nuevamente” viene de que ya es costumbre ser vigilados, o mejor dicho, víctimas de vigilantes. Hablar de que la Ciudad capital tiene un ojo que todo lo ve es lo que completa la frase-slogan “en todo estás vos”. El que avisa no traiciona.

O poner el foco en el ocultamiento sistemático que realizan los medios.

El gobierno de la década y media perdida en la Ciudad (si bien no hubo tapas mostrando ”el maléfico plan de la pareja para quedarse en el poder”, como titulaban con los K, ya llevan 15 años gobernando y contando) ha logrado complejizar el sistema de espionajes. No significa que sean más sutiles, sino que involucran más entidades para realizarlo. El último caso viene a cuento de que el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño accedió a los datos biométricos de 7 millones de personas de manera irregular. La información surge de una investigación que llevó adelante el juez Roberto Gallardo después de que el Observatorio de Derecho Informático Argentino presentara un amparo contra el Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos (SNRP).

Entre las personas a las cuales retenían información biométrica (la cara y ubicación en un momento particular) figuraban políticos opositores, como Cristina Kirchner, obviamente la especialidad de la casa que es filmar a los propios como por ejemplo Patricia Bullrich, e inclusive a sus amigos como Alberto Fernández.

Párrafo aparte para el primer mandatario del país quien parece no necesitar ser espiado para sacar a la luz sus defectos, y ayer se conoció la cifra de la inflación de marzo: fue un 6,7%. La guerra contra la inflación se está haciendo con chasquibunes mojados.

Hay puntos de no retorno. Pocos, es cierto. Perón decía “He visto malos que se han vuelto buenos, jamás un bruto que se haya vuelto inteligente.”

¿Por qué se televisan los desmanejos de forma poco lúcida?. La sociedad normaliza lo ilegal. ¿Cuántas veces se habló de escuchas, de pinchaduras, de espías? ¿Por qué se repite?, quizá porque queda en la nada.

¿Por qué queda en la nada? Porque la justicia es cómplice. ¿Quién maneja la justicia? En capital lo que dice el alcalde es ley, norma, y fallo. Todo aquel que deba rendir cuentas para contradecirlo, le pega una ojeada al manual de excusas y habla de correlación de fuerzas.

Mientras que en el apéndice porteño al cual llamamos Nación, también es Ley, norma y fallo lo que diga el alcalde.

Es hora de volver a las bases, el peronismo se construye en comunidad. Una diputada nacional por La Matanza decía que hay barrios en esa Comuna que no tienen un Banco Nación, ni siquiera un cajero, pero hay una Unidad Básica. ¿Cómo La Matanza no va a ser peronista? Si el movimiento llega a donde no quiere llegar nadie, ni el Estado. Dejemos de darle vueltas y acomodar para nuestro lado la definición que más nos convenga: que el clientelismo, que esto, que lo otro y demás goriladas. Es tan fácil como tener llegada, es el peronismo el que debe empatizar, ir en búsqueda, adoptar el espíritu de su pueblo. Y volverlo comunidad. No al revés.

Volver a las bases.

Si el PJ porteño en lugar de hablar de los problemas habitacionales y edilicios de la Ciudad más rica le habla al vecino de clase media de Caballito, está equivocado. No empatiza con la comunidad y se asegura (a sabiendas de ello) que nunca va a vencer.

Así como en el país, suben los precios de los alimentos y es un revés importante hacia un pueblo dónde cada vez hay más pobreza (a sabiendas de ello, tampoco va a vencer).

En lugar de hablar de comunidad se menciona la palabra nicho, en lugar de corrientes que discrepan en privado tenemos vedettes que le dan de comer en la boca a la oposición con sus berrinches.

Para hablar de peronismo hay que construir comunidad, sólo organizados hay futuro.

Volver a las bases. La organización vence al tiempo.

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