LUIS SERONI: “Dejando el silencio atrás”

Por Gabriel Russo.
El 2 de Abril es el “Día de Malvinas”. Nada mejor para recordar a combatientes que dejaron allí sus jóvenes vidas, que dialogar con uno que sobrevivió para testimoniar en un libro de su autoría los recuerdos de aquella guerra. Luis Alberto Seroni, ex combatiente de la Guerra de Malvinas nos habló de su obra “Dejando el silencio atrás”.
¿Víctima, combatiente, qué fuiste en el año ‘82?
Creo que fuimos víctimas, porque siento que Malvinas también fue parte de la dictadura en un momento que la gente estaba muy descreída de lo que pasaba, y eso fue como un manotazo de ahogado el hecho de que, de un día para otro recuperar las Islas y con eso ganar un poco de tiempo y popularidad.
Malvinas es un tema muy sensible en los argentinos -remarcó-, y los primeros resultados fueron así. La gente se entusiasmó con la idea del patriotismo, y de que habíamos recuperado las islas, y tuvieron sus cinco minutos de gloria. En esa movida caímos nosotros que éramos conscriptos, colimbas.
¿En qué lugar estuviste?
Yo el servicio militar lo hice en el Regimiento 7 de La Plata y estuve cerca del edificio donde estaba el pequeño regimiento de ingleses que cuidada de las islas.
¿En tu regimiento cuántos soldados eran?
Serían unos 900 ó mil.
¿Hubo torturas ahí?
Sí, se comentó, yo lo que vi fueron maltratos, una situación incómoda que estábamos todos, y a un soldado que tenía barba le dijeron que por qué no se afeitaba… y los ingleses estaban ahí, habían empezado a atacar y el soldado dijo ¿para qué quieren que me afeite, para que me vean bonitos los ingleses?. Eso enfureció mucho a un suboficial mayor que lo hizo poner rodillas a tierra y lo afeitó en seco. Me acuerdo de la impotencia de él, tenía el arma y después nos contó.: “estuve a punto de tirarle”, porque se sintió tan humillado; y otra de las cosas que me quedó en imagen es ver a un soldado recorrer con un tenedor los tachos de basura. Después se habló mucho de las torturas, hay testimonios y denuncias de los soldados estaqueados, hay 4 militares nada más imputados en esas causas.
Tenemos un compañero judío, Katz de apellido, que le hicieron comer lo que no se puede decir, fue torturado, hizo denuncias, y están los imputados.
Conozco la historia de él y es muy impactante, porque aparte lo torturaban por su condición de judío, es increíble.
Y nunca he visto a la AMIA ni a la DAIA mover un dedo.
En un reportaje que le hicieron en “Gente de a pie”, fue muy impactante lo que contaba, su silencio al volver y el silencio del padre también porque había estado en un campo de concentración. Muy fuerte que padre e hijo hayan vivido semejantes experiencias.
“DEJANDO EL SILENCIO ATRÁS”.
Este es un libro que escribí hace tres años y surgió a través de un trabajo sicológico que hice con mi terapeuta, Jorge, que me acuerdo que me preguntó qué pasa con Malvinas, y le dije que era un tema que pasó hace muchos años, que puedo hablar, doy charlas a veces en escuelas. Me parecía que era un tema como olvidado, y recuerdo que hizo él una pausa y me dijo: ¡qué raro que algo que te pasó a los 19 ó 20 años, no te haya dejado una secuela de dolor, de trauma ¡. ¿por qué no te ponés a escribir en un cuaderno todo lo que te acordás de Malvinas?
Fue así que surgió y para mi asombro cuando empecé a escribir y recordar todo lo que había vivido empezaron a llegar las emociones de tristeza, de enojo, de miedo, angustia, alegrías, y fue muy interesante haber sacado todo eso. Los cuadernos después con la ayuda de un escritor de Bariloche me ayudó a darles forma de libro. Es una obra que quiero mucho, que ha tenido su recorrido en Bariloche y en la zona, fue declarado de interés municipal y provincial, así que ahí me largué a escribir con esa primera experiencia.
¿Qué dicen tus hijos de lo que contás de Malvinas?
Siempre el tema se hablaba en casa, pero me pareció interesante esto de escribir el libro para que les quede a ellos como un testimonio en papel y puedan recordar. Mi hija cuando leyó el libro completo me dijo algunas reflexiones con respecto a que le faltaba, decir lo que sentía yo en esos momentos, así que me hizo ver algunos detalles interesantes.
Como conclusión, Seroni, recordó que muchos excombatientes se quitaron la vida, lo cual se hubiera evitado de ser tratados oportunamente. “Con los años algunos nos fuimos agrupando, otros por medio de terapias empezamos a hablar del tema, lo fuimos superando. Yo, un hombre de 60 años, ya estoy hablando de una experiencia de un chico de 20” -resumió-.