GUILLERMO LOPEZ. Testimonio de una víctima de represión durante el terrorismo de Estado.

Por Gabriel Russo.
El 24 de marzo se conmemora el Día nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, fecha instalada en 2002 y declarada como feriado inamovible en el 2006. El Dr. Guillermo López, quien sufrió en carne propia la represión durante el “proceso”, fue detenido en 1976, y pasó por cinco centros clandestinos de detención donde compartió las últimas horas de cautiverio de las víctimas de la “Masacre de Fátima”. Su testimonio valida las acusaciones contra quienes tuvieron responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad y reprimieron a trabajadores durante el terrorismo de Estado.
Al pedirle detalles sobre los motivos por los que pasó por 5 centros clandestinos de detención, el médico Guillermo López afirmó “son circunstancias muy particulares; la persona que dio mis datos para ser detenido diría que yo tenía recursos de carácter económico y los tipos querían saber dónde estaban. Esos recursos se montaban en una cifra que jamás en mi vida las había visto ni siquiera en el Banco. Pero de todas maneras ellos suponían que por las características que se planteaban, podía llegar a tener algún dinero. Después que me enajenaron la propiedad se dieron cuenta que los había estado bicicleteando…
¿Vos estuviste también detenido con aquellos que fueron finalmente víctimas de la Masacre de Fátima?
“Sí, efectivamente, con todos. La gran primera parte de las detenciones en general fue gente que tenía antecedentes y era suficiente como para ir a buscarla a cualquier lugar o dar una orden de arresto donde se lo encontrase, y la otra era limpiar la fábrica porque para eso las grandes empresas que después se beneficiaron con la deuda externa habían pasado todas las carpetas con los antecedentes que tenían las comisiones internas que generalmente no obedecían a la verticalidad de la columna vertebral en ese momento.
Dos de las empresas que más entregaron gente fueron Ford y Mercedes Benz.
Sí, en cierta manera, pero hubo más, por ejemplo Bunge y Bor, entregó cerca de 80 personas, y tenía empresas algodoneras, harineras, producción agropecuaria, etc., muchas cosas se esconden detrás de eso. Bunge y Bor llegó a tener en un momento determinado un PBI más grande que el propio Estado argentino- señaló López, apuntando al poder que concentró esa empresa.
¿Quiénes eran los entregadores?
Había razones vinculadas directamente a los delegados, pero a su vez, éstos tenían su apoyo interno y caían todos. No a todos los liquidaron, no pasaba por eso, pero fueron detenidos y torturados y cuando mucho, con el susto que tenían, no volvieron ni siquiera a la fábrica a trabajar. No pudieron volver.
¿En los cinco centros clandestinos donde estuviste te torturaron?
Si, en la primera, la Superintendencia Federal, me torturaron 5 a diez consecutivos, con picana especialmente-señaló, después de ahí me trasladaron a Automotores Orletti donde estaba la Escribanía general de la nación y ahí te sacaban todo lo que fuera de tu propiedad, y cuando terminaban eso, te ofrecían la libertad a cambio de otorgar la firma. Venia un escribano directamente de la Sociedad militar.
Masera también tenía una inmobiliaria…
Efectivamente, pero son dos caminos que se dividen, uno la locura de la inteligencia del Ejército, la otra era la Marina, y después venía el resto que estaba directamente ligado con policías, fuerza aérea, o sea había una cantidad de dispersión y cada uno quería morder lo suyo.
¿Vos cuando escuchas la discusión sobre “no son 30 mil,”¿para qué crees que sirve?
No tiene ninguna validez, 30 mil tampoco son, son muchos más, pero de todas maneras, como no aparecen ni familiares porque durante 40 años los han tenido en silencio absoluto bajo el terror de quedar sin trabajo, sin jubilación, etc, entonces no han podido hacer los aportes a la desaparición de sus propios familiares o conocidos. Conozco muchos casos que ni siquiera se presentaron, tenían un miedo terrible y cualquiera lo tiene-acentuó-, porque no vayas a creer que los que éramos torturados no teníamos miedo, teníamos terror a la muerte tremenda.
Uno supera el marco entre el quiebre y la responsabilidad que te toca a quedarte de este lado, pero por ejemplo, en las ‘casitas’ donde estuve detenido, ahí lo primero que te hacían era producirte una lesión tan grave y dolorosa pero que no pusiera en peligro tu vida, te quebraban el peroné, las costillas, los brazos. A mí me dieron un martillazo en los pies y me quebraron los dedos y el metatarso.
Te estaban torturando con la picana y cuando se terminaba eso-¿tenías que confesar , o dependía de la voluntad del otro?
Lo que pasa es que vos podes enredar todo, decir parte de algo que sea casi una fantasía para poder eludir la responsabilidad, porque los tipos no tenían en claro qué lugar ocupaba yo.
¿Y qué lugar ocupabas?
Era un oficial de inteligencia del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Ellos no podían saber o no querían saber porque estaba tremendamente tabicado, porque Cultura Indígena manejaba toda la inteligencia de la oficialidad y eran los que conocían más o menos en orden general, venían lo comentaban en sus familias y grupos. Vos nunca va as a ver un suboficial del ejército rubio de ojos celestes, la mayoría son mestizos, la genética indígena está metida en la suboficialidad en las fuerzas policiales, en todo lo que sea represivo, y los traían de las provincias del Norte, los iban a buscar especialmente ahí donde encontraban la cantera de personas que estuvieran con la necesidad económica de poderlos engañar en algunos proyectos, en otros no, eran voluntarios concretos.
¿Por qué te pasaban por tantos lugares (centros de detención?
Porque en Automotores Orletti el 1° de noviembre de 1976 se fugó un matrimonio del ERP y los tipos dieron menos de una hora y media para evacuar el Centro porque automáticamente iba a descubrirse todo el Centro nada menos que del Plan Cóndor. Y nos tenían que sacar urgente de ahí. Y fui a parar a Campo de Mayo.
¿Quién era el director en ese momento en Campo de Mayo?
Ahí estaba en ese momento el General Rivero, y como segundo García.
¿Todos los militares sabían que este Plan era para aniquilar gente y aparte hacer un saqueo económico, que estaban robando?
Sí, porque esa era la metodología que les habían impuesto . No olvides que ellos se empezaron a preparar en 1957 para aniquilar la fuerza peronista. Ellos eran antiperonistas,.
El primer grupo que cae son los turuncos, que intentaron hacer una formación de guerrilla. A partir de ese momento que los toman en Tucumán en marzo de 1970, cae el último reducto que ellos tenían en el monte tucumano, cae el último guerrillero de los 18 que había en total. No era gran avanzada ni mucho menos, muy desordenada y con debilidades propias de gente sin experiencia.
Astiz, que es el general que mata la Armada para echarle la culpa a Montoneros, en teoría era el tipo amigo de Videla y “honesto”,
No sé si existe honestidad con 800 millones de dólares por medio.
Claro lo sacaron pero la plata se lo llevó otro. En realidad el EAM’ 78 (Ente Autárquico Mundial) iba a ser de la Marina y después de pronto, se lo fumó Videla, porque también está la parte del afano, era un atorrante y delincuente lisa y llanamente que vio la oportunidad cuando lo apoyó toda la masa de gente. El había hecho en el 1959 en EE.UU. en la Academia , toda la carrera y tomó toda la rienda de la represión como una necesidad inmediata de destruir toda la resistencia de carácter popular que había creado Perón, que logró formar el nacionalismo, y del Norte venía el nacionalismo extremo que era la Revolución mejicana. Por el otro lado el centralismo político había perdido las riendas con Mariátegui, que había tomado una capacidad e influencia impresionantes. Era un nacionalismo de izquierda que significaba para la gente casi el comunismo soviético.
Traíamos a colación la idea de la Masacre de Fátima también porque hice un libro que sale el lunes “Treinta por uno”, donde vos tenés participación. Para cerrar, las marchas que veo casi siempre cooptadas por el radicalismo y los tipos que la pasaron mal por lo general no están por qué pasa esto?
Muy simple, porque una vez pasados 30 años empezaron a aparecer como hongos las organizaciones de DD.HH, y otras más y se empezaron a hacer banderitas de las cuales tomaban un personaje de la historia y lo llevaban como ícono de los procesos y eran verdaderas cuevas, porque en ese momento llegaba plata al rolete de Europa, para las organizaciones de la anti guerrillera-digamos-. A mí personalmente me decían, “con la plata que les estamos mandando, cada uno tiene que tener su casa ya, reorganizarse por lo menos de carácter político electoral”, y todo eso no se dio”-concluyó Guillermo López-.
Nota: El médico Julio Guillermo López, fue el primero de los testigos que declaró en la sexta jornada del juicio oral y público por el episodio registrado en el partido de Pilar, calificó a los centros de detención clandestinos -él estuvo también en «Automotores Orletti», «El Vesubio» y Campo de Mayo- como «la antesala del infierno»
López fue sobreviviente de la represión en la última dictadura militar y al prestar declaraciones afirmó haber compartido las últimas horas de cautiverio de las víctimas de la «Masacre de Fátima», como se conoce al fusilamiento de 30 detenidos cuyos cadáveres fueron dinamitados, el 20 de agosto de 1976 en esa localidad bonaerense.(Tomado de Télam)