Una arrancada desafiante

Por Margarita Pécora B. –
Hoy presenciamos en el Congreso de la nación, un gesto irreverente que ya no extraña viniendo de parte de los integrantes de la oposición JxC y afines, que abandonaron sus bancas en plena sesión inaugural del nuevo período de sesiones de la Asamblea legislativa, justo cuando usaba de la palabra el presidente de la nación Alberto Fernández quien marcó una arrancada desafiante para la Argentina en este 2022, incluyendo el pedido de apoyo “de todos” al acuerdo con el FMI a punto de aterrizar en Congreso.
El abandono del terreno, y los gritos del radical mendocino Alfredo Cornejo vs. el Presidente, pusieron la nota de color “gris” más llamativa protagonizada por quienes no soportan escuchar que les digan a la cara una verdad que conoce todo el mundo y que el presidente no hizo más que reiterar, al referirse a la descomunal deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri, y pedir que la justicia siga investigando aspectos de dudosa legitimidad de la misma.
Apenas mencionó el tema, los diputados/as se levantaron y abandonaron el recinto, pero todo no quedó ahí, al unísono acordaron justificar la descomedida conducta, como una reacción a las “chicanas”, que consideran utilizó Fernández contra los simpatizantes del macrismo, algunos de los cuales -ni cortos ni perezosos- salieron a defender en declaraciones de pasillo, que “la deuda es un problema crónico que arrastra la Argentina hace muchas décadas, y que no es justo cargársela a Mauricio Macri”.
Pero quien abandona un auditorio como éste donde se pronunciaba un discurso con ejes desafiantes para el Poder Ejecutivo de la nación en su empeño por sacar a la Argentina adelante después de la pandemia, obvio que se pierde el derecho a la réplica presencial, y solo le queda el recurso referencial. Hubo opositores al gobierno que se mantuvieron en el recinto hasta el final, y ello marca la diferencia.
Los que se fueron, lo hicieron olvidando que todo un país tiene puestas sus esperanzas en los legisladores que votó para aprobar leyes que acompañen el nuevo camino que trazará el actual gobierno para dejar atrás la galopante inflación, el asfixiante alza de los precios y la angustiante falta de empleos, y que ello requiere dejar de lado las desavenencias, y acompañar el acuerdo con el Fondo con firmeza, para poder postergar los plazos de pago y poder ponernos de pie.
Pero los rencores y resentimientos políticos dominaron a ese sector de la oposición que no quiso escuchar en sus bancas las señales que lanzó el gobierno del Frente de Todos, para retomar el proyecto de reforma integral de la Justicia, aludiendo a la complicidad judicial con el poder económico, porque este tema levanta ronchas en unos cuantos relacionados con el macrismo.
Se perdieron de detectar tras ese discurso presidencial, algunas señales que apuntan a ir dejando de lado los planes sociales y crear empleo genuino, o recuperar la soberanía energética con un colosal sistema de gasoductos, y seguir recuperando YPF.
Si se levantaron en este inicio de periodo legislativo, qué se puede esperar de los debates que requiere con la presencia de todos los bloques tanto oficialistas como de la oposición, el paquete de leyes que determinarán poner en movimiento la rueda del progreso del país, como es la ley de inversiones automotrices, para estimular nuevos proyectos y crear nuevos puestos de trabajo, también la de de electromovilidad, que incentiva la fabricación y difusión local de los vehículos eléctricos y trabajar en la cadena de valor del litio. Y qué decir de La Ley agro bio industrial, para estimular a la inversión en la cadena agroindustrial, por solo citar algunas.
Esperemos que impere el sentido común, y que los odios políticos no sigan poniendo palos en las ruedas y frenen el ímpetu de un gobierno que tiene ante sí un año más que desafiante para cumplir el compromiso impostergable de garantizar una vida digna para todos los argentinos/as.




