PATRIOTAS

Por Gabriel Russo.

Finalmente, los 25 argentinos retenidos, apresados, secuestrados por vigilantes cipayos a las órdenes de un británico corrupto fueron liberados. La salud de Jorge Rachid estuvo en peligro y todo porque uno de los socios del mayor saqueador de la Argentina cree que los lagos se pueden comprar. Lewis hizo detener a aquellos que pasaron por tierras públicas, mientras la autoridad local al mando del comisario Gorgory optaba por darle la razón al inglés.

La marcha, organizada por la CTA, tiene como figura de renombre a Jorge Rachid. Los manifestantes protagonizaron un conato de violencia cuando se encontraron frente a frente con el personal de seguridad de este tal Lewis que no es Jerry y no te hace reír.

El tesón de los marchantes, como unos días antes aquellos que rodearon Tribunales exigiendo la renuncia de la corte suprema, no fueron acompañados por otros dirigentes y menos aún el presidente.

Tampoco la gobernadora de Rio Negro movió un dedo. Claro estaba de gira con Alberto Fernández y no se enteró. El vicegobernador tampoco se habrá enterado porque estaba siguiendo la gira de su jefe por televisión. ¿Y Aníbal no se enteró? Si Aníbal lee los diarios, pero los 25 argentinos detenidos por una fuerza privada mientras Gorgory comía rosquillas.

Las elecciones ya pasaron, ya se perdió y uno desde este espacio se preguntó ¿Por qué no figuró Jorge Rachid en la lista, por qué estaba ausente Sergio Berni? Gracias a Jerry Lewis nos dimos cuenta. La boleta se integró con muchachos que siempre se encuentran detrás de las polleras de Cristina más aquellos que nunca molestan ni salen en los diarios. Una lista políticamente correcta y perdedora.

Seguramente se preguntará la gente ¿Por qué perdemos, por qué la causa amarilla sigue intacta? La respuesta no es tan difícil. Los periodistas macristas ganan un millón y medio por mes y tienen como promedio de fuga de ahorros medio millón de dólares. Y pueden hacer notas con su jefe. Del otro lado ni fugan ni cobran ni hacen notas con sus dirigentes. Pero quizás lo mas grave todavía no se dijo, y lo sabe Rachid y los marchantes que fueron detenidos y es la pérdida de soberanía que tuvo este país que fue alguna vez rico.

Más de 12 millones y medio de hectáreas se encuentran en manos de extranjeros, de las cuales casi dos son de firmas radicadas en paraísos fiscales. Mientras el gobierno de Cristina Fernández buscó limitar el desembarco de foráneos, los amarillos hicieron modificaciones para atraer inversiones y decidieron “liberar las tranqueras” territoriales.

Dijimos 12 millones y medio, escuche: Benetton 900 mil, Tomkins 400 mil, Hellongjiang 330 mil, Herman Lay 50 mil, Mijndert Pon 25 mil, Joseph Lewis 20 mil, George Soros 15 mil, Jacob Suchard 20 mil, Huber Grosse 11 mil, Ted Turner 10 mil, Inversora Rolan 8,5 mil. Estos nombres no completan los doce millones, pero son una parte del saqueo que a la que la derecha siempre se prestó.

Nos cansamos de escuchar que es un país rico, con todos los climas y todas las religiones. Ubiquémonos. La riqueza mineral ya partió a Estados Unidos, Canadá y Dinamarca. La ganadera y agrícola fue sometida por la oligarquía quienes son los referentes de los precios de los alimentos. El petróleo es holandés, y estadounidense. La pesca es birlada por chinos, rusos, japoneses, búlgaros entre otros. Las religiones tenemos todas, pero manda una que no es la del Papa. Y los climas tenemos todos, no sabemos para que. También tenemos los políticos más correctos, corruptos y dóciles que se puedan conseguir, además los mejores traidores de toda Sudamérica. ¿No le parece?