UN PROFANO Y COBARDE EN MEDIO DE LA MULTITUD

Por Carlos Galli.
El día de la Lealtad, que debió ser una fiesta del pueblo peronista, nos mostró a un «profanador de cosas sagradas». Un despropósito y una verdadera canallada. Una cobardía, una herejía. Pisoteo aquellas piedras que llevamos por nuestros familiares y amigos, que la maldita pandemia nos arrancó para siempre de nuestro lado. Fue una manera de honrar y homenajear a nuestros amigos. (Al querido ‘PICHI’ y al entrañable ‘el flaco Martín’) Ellos no estarán más jugando un chamelo, o a la generala. No tomarán nunca más un café, una gaseosa o una helada cerveza.
Este energúmeno pisoteo el alma de nuestros amigos. Este PROFANO, se vistió de militante, y se encargó de que los que ya no están entre nosotros, lloren desde un celeste cielo.
Atacó el memorial, despegó fotos, y esperó el aplauso de otros energúmenos como él.
Un desgarbado personero de la muerte, nos llenó de angustia a todos aquellos que perdimos a seres amados y que extrañamos desde el corazón y desde el alma.
¿Usó barbijo por el virus, o por cobardía? Seguramente por los dos motivos. Profanar un lugar sacrosanto para cientos de miles, merece un castigo ejemplar. La Justicia de los hombres nada hará, pero de la que no podrá escapar es de la Justicia de DIOS. Tendrá que clamar al Todopoderoso el perdón, aunque por sus actos, dudo que crea en EL.
Para este profanador solo eran piedras, para los familiares eran nuestros seres más queridos. Para este socio de la muerte solo eran fotos, para nosotros ALMAS.
Un siniestro personaje que tuvo su momento de «gloria». Su asqueante imagen recorre el mundo. Un PROFANO del SIGLO XXI, que se disfrazó de militante popular.
El querido ‘PICHI’ y ‘el flaco MARTIN’, tal vez, hasta te perdonen porque eran almas nobles y no conocían la maldad.
Quizás te arrepientas, quizás te avergüences, aunque es muy difícil que ocurra, porque tu alma es tan oscura como una noche tenebrosa.
Nadie nos va a devolver lo que perdimos, pero PICHI y MARTIN, están a la diestra de Nuestro SEÑOR JESUCRISTO.
Pero tu alma, profanador, cuando partas de este mundo, te estarán esperando las llamas del infierno. Al menos que, cómo dije antes, te arrepientas de corazón y DIOS que es misericordioso quizás, te perdone.






