LA REPÚBLICA
Por Carlos Galli.
Los que amamos la REPÚBLICA, los que pusimos el pecho por ella y por el pueblo. Los que tenemos derechos ganados con la sangre de los que militamos en el campo pupilar. Los que defendemos los Derechos Humanos por los cuales tenemos cicatrices en nuestro cuerpo.
Los que fuimos secuestrados y torturados por las diferentes dictaduras militares. Los que expresamos que primero es la PATRIA, los que sabemos que las revoluciones sociales se hacen con tiempo, pero también con sangre. Los que lucharon y luchamos para que la REPÚBLICA, sea justa, libre y soberana. Por respeto a todos aquellos compañeros y compañeras, que regaron con su preciosa sangre el suelo de la REPÚBLICA. Los que supimos ser aquella Juventud Maravillosa, que estuvimos presentes cuando hubo que defenderla con el fusil y la tacuara. Los que mantuvimos y mantenemos nuestros ideales y convicciones, que lo mejor que tenemos es el pueblo, un pueblo que conforman la REPÚBLICA, no somos ni seremos REPUBLICANOS de MORONDANGA. Dra. Fernández, usted insultó a todos los que dejaron la vida por la REPÚBLICA. Seguramente que sus seguidores jamás pondrán el pecho para defender nuestra amada Patria, que es equivalente a nuestra amada República. No debe saber ni siquiera el significado de la palabra tan despreciable que utilizó. Para su conocimiento, le explico: significa algo de muy poco valor e inútil. Es decir, trató de poca cosa y de inútiles a todos los compañeros y compañeras que desde el cielo escucharon sus ofensas y desprecio. Por los muchachos y muchachas de la masa sudorosa y revolucionaria, con ideales nobles, que con errores y aciertos pusimos el cuero para que podamos vivir en democracia y en un Estado de Derecho, porque así se hace una REPÚBLICA, no hay otra manera posible.
Dra. vicepresidenta de la REPÚBLICA, no meta a todos en la misma bolsa. Somos millones de laburantes que llevamos la REPÚBLICA en nuestro corazón. Y no somos de MORONDANGA. Fuimos mártires de los milicos, y también de «demócratas» represores. Dra. Fernández, se le escapó la tortuga. No tengo dudas que se puede ser revolucionario y republicano. Aunque usted no lo crea.
Muchas veces hay que pensar antes de hablar. Tal vez, sus séquitos no se lo digan, pero admita que se equivocó de cabo a rabo.
Los que amamos la Patria somos REPUBLICANOS y también REVOLUCIONARIOS. Porque somos lo que quería nuestra entrañable Evita.
Puede ocurrir que usted quisiera decir otra palabra y cometió un lapsus verbal.
Una vez más, se puede ser REVOLUCIONARIO y REPUBLICANO.
Sinceramente.
