GRACIAS POR NADA
Por Gabriel Princip.
Ganaron los que anulan derechos, los que prometen baja de sueldos y desaparición de indemnizaciones. Ganaron aquellos hijos del proceso, los que endeudaron, los que saquearon, los ladrones en serio, o sea, hay que votarlos nuevamente porque eso es lo que quiere la mayoría.
No soy empleado, o sea, me favorece el despido sin pago. Aumentarán las tarifas el doble, pero las puedo pagar. Reprimirán piqueteros, y dale… total no hago piquetes. Cobrarán los remedios a los jubilados… y bueno no soy jubilado. Aumentarán los alquileres y desaparecerá el procrear, dale… tengo casa propia. Aumentarán el impuesto a las ganancias, no hay problema. Los que menos tienen tendrán menos, y los que más tienen tendrán más, bueno si la mayoría quiere… adelante.
En síntesis, si gana otra vez la derecha en noviembre y en el 23, yo no lo voy a sentir. Ahora como tengo dos neuronas no los voy a votar. La pregunta es ¿Cuántas neuronas tiene el que los elige y paga alquiler, es empleado o es jubilado? Explícame cuantas neuronas, nada o quizás una, y en paro por tiempo indeterminado.
Votan al odio, y sigan odiando, pero el bolsillo no entiende de amor-odio, hay plata o no, y nunca en la Argentina con un gobierno de derecha hubo plata en los bolsillos de las mayorías, no entiendo porque ahora sería la primera vez.
Con estas elecciones se terminó con Alberto, quizás con Santoro, seguro con Macri y ponemos en carrera a Larreta y Vidal e inventamos a Santilli. También sabemos que para el 23 si Cristina no va, aunque sea de vicepresidente ya sabemos que otra vez gana la derecha. Porque los votos K no son de la Cámpora, ni de los irrompibles, son de Cristina y no se transfieren.
Se habla de Massa-Máximo o al revés. Pregunto ¿Existen muchos K dispuestos a votar a Massa, hay algún peronista que vote a Máximo?, y si se repite el resultado en noviembre comenzarán de muy abajo para llegar a la presidencia.
Todos pretenden ser caciques, pero hay algunos que no pueden agarrar un arco y menos una flecha. Massa no tiene tantos votos y el hijo del crack es el hijo, no es el crack.
Cristina debe ser escuchada y obedecida. El gabinete nacional es al menos mediocre sin ideología. El presidente es débil porque siempre lo fue. Incapaz de echar al tipo responsable de enviar la foto de la polémica. Eso sí, en cinco minutos pudo echar a Ginés García. Alberto se aprovechó de la generosidad de Cristina creando un club de amigos, se atrevió a abrazar a Macri y a calificar de amigo a Larreta. Los resultados son estos, producto de diferentes enojos.
Uno creería que el ejecutivo entiende que es el presidente y no puntero barrial. Hay posibilidades de ganar en noviembre, pero con más peronismo. Con ajuste e inflación permanente y sin conducción política se pierde en noviembre y en el 23.
La esperanza K es que Cristina no se retire. Es necesaria ahora y en el 23, porque ningún líder ha surgido, solo comentaristas políticos y eso no hace falta en un país diezmado por la pandemia macrista y la sanitaria. ¿No le parece?
