NO SE PUEDE COMPARAR

Por Carlos Galli.
La Dra. Cristina Fernández quiere parecerse a Evita. Victoria Tolosa Paz a Cristina Fernández de Kirchner. No son parecidas en nada.
Nuestra entrañable Evita, la única abanderada de los humildes. Una mujer distinta, diferente, líder, estadista, revolucionaria de verdad. Sin medias tintes. Su fundación hizo enormes obras para los desprotegidos, por los pobres, por los obreros, por el laburante. Por aquellos a los cuales llamaba con infinito amor «MIS CABECITAS NEGRAS».
Tenía la justicia social en sus venas y en su corazón. Sus lágrimas eran reales, no de cocodrilo. Sus manos abrazaban con sentimiento, no para las cámaras o para la tribuna. Evita fue, es y será irrepetible.
Evita enfrentaba a los poderosos, a los corruptos, a los traidores. Evita siempre supo que lo mejor que tenemos es el pueblo. Conocía a los obsecuentes y a los felpudos, y los despreciaba. Los aborrecía. Enfrentó a los milicos. Enfrentó a los falsos profetas y los «místicos» de la política. Se enfrentó a los mesiánicos. Se enfrentó al poder de la Iglesia Católica. Enseñó a los sindicalistas a ser el cuero y el alma de los trabajadores.
Ni la Doctora Kirchner jamás podrá ser como Evita. Cómo Tolosa Paz nunca podrá ser ni la Dra, y muchísimo menos pretender ser Evita. Sería una falta de respeto pretender imitar a la MUJER del SIGLO XX.
Todas las comparaciones son odiosas. Estás también son irrespetuosas.
Aunque es contrafáctico, con Evita no hubieran existido las fiestas en la residencia presidencial de Olivos en plena pandemia. Con Evita no hubiera habido vacunatorio vip. Con Evita no habría jóvenes drogados. Con ella no habría seres humanos en situación de calle. Los hospitales estarían con todos los insumos, y profesionales de la medicina con salarios dignos. Educadores que amen su profesión. Obreros y la clase sudorosa felices.
Escribo lo que siento. Y no me interesa el resultado de las elecciones de ayer. He visto una campaña berreta, de la cual Evita no hubiera participado.
Insisto con respeto, ni Cristina Fernández podrá jamás ser Evita, y Victoria Tolosa Paz nunca podrá ser ni Cristina Fernández y tampoco podrá ser Evita. La quieren imitar. Pero son solamente eso, una burda imitación.
Con la mano en el corazón estimado lector, le pregunto, ¿Piensa como yo? ¿O estaré absolutamente equivocado?
Evita hubo una sola. Y pasará un milenio, para que surja en la política, otra EVA DUARTE de PERÓN. Evita para el pueblo.




