VOTAR O NO VOTAR ESA ES LA CUESTIÓN

Por Gabriel Princip.
Todas las encuestas hasta el momento, con diferentes números, otorgan cinco puntos de ventaja al oficialismo. También se refleja estos números en aquellos que no irán a votar o votan en blanco. Lo que si es cierto al margen de las encuestadoras es que existe una gran apatía por concurrir a las PASO.
La militancia peronista defraudada por el presidente es quien mayor peso siente en ir ese domingo a expresar su opinión. Tampoco la derecha la tiene fácil. ¿Entonces por donde pasa el problema? La respuesta sería en primer lugar que estas elecciones no definen nada y sería hora de que se eliminen. La segunda es que, aunque se gane o se pierda, al otro día nada cambiará.
Vamos por partes, eliminemos la mentira. No es real que si el Frente pierde se va Cristina, es mentira que si la derecha gana vuelve Macri o gana Larreta en el 2023. Sí es real que se puede acomodar algunos diputados de diferentes agrupaciones para mejorar su sueldo. O sea, es un tema de la partidocracia y punto.
El kirchnerismo perdió todas las elecciones de medio término desde el año 2015. Con derrotas incluidas Cristina, Néstor y a pesar de todo existió, gobernó y cambió el país. El macrismo ganó en el año 2017 y perdió en el 2019, o sea nada cambia con las benditas PASO.
Quiere ir a votar, vaya. Quiere faltar, falte. Quiere votar en blanco, hágalo. Desde este espacio no vamos a emplear el terror. O sea, si gana este o él, se va ella o viene aquel.
Otra falacia que hay que desmentir es que si no se tiene mayoría en el Congreso no se puede gobernar, o el Congreso es una escribanía y una serie de pavadas que los medios publican como verdades absolutas.
Si el presidente necesita una ley y no tiene mayoría también existe otra herramienta llamada decreto. No olvidemos que Macri se endeudó por cien años, por 58 mil millones sin pedir permiso al Congreso. No olvidemos que tenía minoría cuando fue elegido presidente y gobernó decreto en mano.
En síntesis, hoy el Congreso es parte de los tres poderes, pero cada vez tiene menos peso. Una elección para un recambio legislativo no modifica absolutamente nada, y menos prevé que en el 2023 cambie o no el gobierno. Vaya a votar si quiere, no se asuste si no va. Votando a cualquiera no va a modificar su sueldo, su jubilación o su libertad. Además, estos comicios son la previa, la que vale en serio es la elección de noviembre, puede hacer lo que quiera ese domingo. ¿No le parece?




