¿REPÚBLICA O REPUBLIQUETA?
Por Carlos Galli.
Con inmenso dolor, estoy viendo un país gobernado por una coalición sin ideología. Unos tiran hacia una izquierda moderada, llamados equivocadamente progresistas. Otros doblan a la derecha, y no saben que es contramano y los que están en el medio, son los tibios que, como tales, son inútiles, o mejor expresado, poco útiles.
Vacíos de poder, sin convicciones, sin ideales. Parece que no tienen alma, ni corazón. Y lo demostraron con el acto de «secuestrar» los cientos de miles de piedras, que rendían homenaje y respeto a los muertos por el cruel coronavirus.
¿Somos una República o una Republiqueta bananera? ¿Qué somos los argentinos? ¿Qué son los dirigentes políticos? ¿Líderes, caudillos, o títeres y marionetas?
Son demasiadas preguntas. Están sin rumbo. El capitán del barco, está perdiendo día a día el timón. Somos lo más parecido al Titanic. Hundiéndonos de a poco, con la marea muy alta y revuelta.
Hay fuego enemigo, pero lo peor, es que también hay fuego «amigo».
Al Presidente lo reta la vice, Máximo ‘el heredero’, la oposición, los colegas oficialistas, también se animan a pegarle en vivo y en directo. El Instituto Patria lo ignora y la secta camporista lo destrata. Y un Ministro de la provincia de Buenos Aires, expresó que traicionó a su compañera de la vida.
En una República, el poder lo tiene quien preside, y el resto obedece.
Una cuarentena eterna no es excusa para no gobernar. ¿Sabe por qué? Muy simple. La pandemia es de DIOS, la cuarentena de los hombres.
Se les está acabando el almanaque, pero también el relato. Un relato que está desgastado. Añejo, agrio, amargo como la hiel. Parches por todos lados. Todo hecho a medias. Ni tan tan, ni muy muy. Ni chicha ni limonada. Tibieza por doquier. Traiciones, acciones que avergüenzan. Dimes y diretes. Muchas operetas de todos los sectores. Los medios hegemónicos ayudan a crear está República en una Republiqueta caribeña.
No es un capricho de un viejo peronista, es que están en decadencia ideológica. En caída libre. Cómo es posible que, en la lista oficialista de la Ciudad de Buenos Aires, la encabece un alfonsinista de pura cepa, aunque no por ello, deja de ser radical.
Nos olvidamos que este partido centenario, siempre golpeó las puertas de los cuartos. Fueron funcionarios de las diferentes dictaduras, aún de la más genocida.
Los perucas, especialmente los mayores, los más viejos, no tenemos a quién votar. Simplemente, porque la coalición gobernante carece de identidad y de peronismo.
La mitad de la población es pobre, y una cuarta parte indigente. Propio de un país bananero. Políticos y amigos del poder ricos. Y pueblo pobre. Crecen los barrios populares. Cada vez más compatriotas viviendo en una pobreza «digna». Siempre que la pobreza puede ser digna. Yo creo que NO.
El insulto no está en mi vocabulario, pero estoy pensando a los 70 años, que es hora de empezar a putear, a diestra y siniestra. Trago saliva y cuento hasta diez antes de insultar. Mi alma conoce la verdad, y es mejor que esté callada.
Y pensar que derramé sangre y lágrimas en mi juventud, por un gobierno popular. Y hoy, la dirigencia política, está tirando a la basura mi amada PATRIA. Vi morir compañeros y compañeras, que dieron la vida para que esa amada PATRIA VIVA.
Estamos a solo dos días del fusilamiento de la Masacre de Trelew, dónde asesinaron a jóvenes PERONISTAS MONTONEROS, y otros militantes del campo popular. Total 16 héroes y mártires. La PATRIA fue fusilada. Y ahora los dirigentes políticos están haciendo que aquella sangre derramada haya sido en vano. Pobre República con estos payasescos personajes que jamás pondrán el pecho para defender la Patria. Palabra sacra para los que supimos de mil batallas, porque yo me siento la sangre de aquellos héroes de Trelew.
¿Quién se acuerda del 22 de agosto de 1972? Únicamente los verdaderos combatientes, por una Patria justa, libre y soberana.
Aunque hoy, estamos cerca de ser una REPUBLIQUETA.
