UNIDOS O DOMINADOS

Por Wally Crook.
¿Qué esconde una imagen? No de manera descriptiva, ni realizando el análisis psicológico que hace el panelismo televisivo.
Detrás de una foto se enmascara un proceso importante, el eleccionario. Si se da a conocer habiendo pasado más de un año es para pensar por qué no vio la luz en tanto tiempo, es que el retrato fotográfico no se hizo presente en los peores momentos del gobierno, y si ahora para unificar un tema en una oposición dividida. Es cuestión de la oposición juntarse, no del oficialismo reunirlos. (“Alberto, poné orden en lo que tengas que poner orden, no te pongas nervioso y metele para adelante”, Cristina dixit en Avellaneda).
Estas elecciones probablemente no vayan a cambiar significativamente lo que ocurra en el parlamento, que es para lo que se vota en teoría, pero sí puede serlo para el rumbo del país.
El Presidente está concurriendo a los actos que no tiene incumbencia, lo hace para mostrar que “da la cara” como si eso fuera una virtud, y no recapacita que no comunica bien.
Habiendo estado al frente de una epopeya sanitaria para que no haya cuerpos tirados en las calles como ocurrió en Brasil, Ecuador, Perú; donde Chile y Uruguay vacunaron cerca del 70 por ciento de su población (pero en un 65 por ciento con dos dosis fueron de Sinovac -más baja efectividad de las que se aplicaron acá-), estamos en la región del mundo con más fallecidos por Covid y el Presidente respondiendo por una foto.
Igualmente, ya concurrió su compañera a la justicia, como lo hizo el Presidente cuándo fue al INADI por sus dichos sobre los orígenes de los pueblos de los países (las cosas importantes). Pero esto tiene otra gravedad porque confiar en la justicia es dejar al zorro al cuidado del gallinero, de ninguna manera porque va a actuar de otra forma a la que se espera sino porque una de las promesas es que exista una reforma judicial. Que garantía es presentarse a la justicia si es la misma que encarceló a Milagro Sala, a De Vido, hizo que Cristina le toque declarar 8 veces en el mismo día, y pone fechas bastante llamativas como por ejemplo, hacerla ir en días de cumpleaños de seres queridos, o cuando a poco de cumplirse un aniversario del atentado de la AMIA declaró por el tema memorándum.
Usted piensa que quién consume programas pasatistas de medios hegemónicos en donde siempre algún chiste antikirchnerista hay, que sólo ve de pasada las noticias y ve que la ex Presidenta declaró cerca de la fecha del atentado de la AMIA ¿No va a relacionar las cosas?
Podría decir: “¿Por qué declaró? Y… no sé, la yegua tendrá que ver con la AMIA”. Cuanta casualidad que tienen los que manejan los calendarios.
¿La justicia cambió tanto como para ser la que exima o no de culpabilidad por una foto? ¿No hay que reformarla en lugar de apoyarse en ella? Ocurre que el periodismo, contrariamente a lo que decía Jauretche, es juez y no fiscal. No acusa…juzga. Y el Presidente cree que le responderá si se presenta ante la justicia, o expone videos. ¿Es el momento cuando la oposición tiene que hacer un protocolo para no sacarse los ojos en una interna? “Alberto, poné orden en lo que tengas que poner orden, no te pongas nervioso y metele para adelante”, Cristina dixit en Avellaneda.
En 20 días lo de la foto va a pasar, va a quedar como algo estadístico en el gorilismo (dirán te acordás de lo de “la foto”, de manera peyorativa) y las internas van a haber pasado. La oposición estará unida y el oficialismo recalculando.
Si lo urgente no tapase lo importante, habría que superar ese ingenio medio pelo que es hablar de voto castigo, lo que exige del militante un esfuerzo más: ver más allá de un nombre. Massa será una persona clave en el desarrollo del país viendo tanto de la oposición como en el oficialismo que Alberto no desarrolla uñas de guitarrero (aunque toque canciones de Lito Nebbia).
De hecho, existe la probabilidad de que Massa configure un nuevo ministerio tras elecciones, misma suerte que se habla con respecto a Máximo. No uno o el otro, los dos juntos (uno en al frente de cada cartera). Siguiendo esa idea se comenzaría a delinear un bosquejo del 2023.
Esto es una línea argumental válida para quienes quieran salir del nombre propio en estos comicios, no se vota Alberto sí o Alberto no, ni siquiera indirectamente a los legisladores.
Con todas las críticas realizadas a quien encabeza el ejecutivo se elige un modelo de país, comenzará la cuenta regresiva para el 2023, año que nos encontrará unidos o dominados.




