DERECHOS HUMANOS

Por Gabriel Russo.
¿Usted sabe que son los derechos humanos? En Argentina siempre se identificaron los derechos humanos con la tragedia acaecida en 1976. Una larga noche oscura y de plomo que terminó en 1983 con 30 mil desaparecidos.
Cifra que en la segunda década del siglo 21 es cuestionada. La derecha dice ‘no son 30 mil, son 6, son 8, 9 mil’ depende si el traidor funcional al sistema es López Murphy, Lopérfido o Graciela Fernández Meijide.
La CIA confirmó que en 1978 había 22 mil desaparecidos. Dato confirmado por los medios hegemónicos, claro que la derecha en campaña es capaz de alentar al lobo en su campaña contra caperucita. A nadie se le ocurriría decir que Hitler mató 3, 4 o 5 millones de judíos en lugar de 6. Sin embargo, en la Argentina se cuestiona la cifra y con esto descalifica a la víctima.
En 1948 las Naciones Unidas impulsan la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Algunos de sus artículos son. ‘Todo individuo tiene derecho a la vida y a la seguridad de su persona’. El artículo 4 dice que ‘nadie estará sometido a la esclavitud ni a la servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas’.
El artículo 5 dice que ‘nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes’. El seis dice que ‘todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica’. El siete ‘todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley’.
José Pablo Feinmann en su obra ‘La Condición Argentina’ explica: “Esclavitud hay en la centralidad de la Argentina, en la orgullosa CABA. La tortura es el trabajo central de inteligencia, y que todos son iguales ante la ley es un chiste que despierta dolorosas carcajadas, las peores”. Citaremos una frase de Eric Hobsbawm, el último historiador marxista de prestigio: “Todas las predicciones del presente no apuntan hacia una evolución positiva continuada, sino a la posibilidad, e incluso la inminencia, de una catástrofe, es decir, otra guerra mundial más mortífera, un desastre ecológico, una tecnología cuyos triunfos puede hacer que este mundo sea inhabitable por la especie humana, o cualquier otra forma que pueda adoptar la pesadilla. La experiencia de nuestro siglo nos ha enseñado a vivir en la experiencia del apocalipsis”.
En síntesis, la declaración de los derechos humanos de 1948 tiene que recobrar su vigencia. La democracia debe ser sostenida a pesar de todo. La clase media debe valorar a aquellos dirigentes que trabajan por ella, ¿Entiende el perjuicio real de una devaluación masiva la clase media? Hoy el Peronismo sostiene una coalición que trabaja y lucha por los cargos. Cada agrupación lucha por su candidatura en nombre de la unidad y con los votos peronistas. Que no pase que esta suma de intereses consiga una debacle electoral y con ello el costo lo abonará el Peronismo y de esta manera pasará a llamarse el Peornismo. ¿No le parece?




