OPOSICION BERRETA

Por Dany Wilde.
El peor momento de la historia de un país es cuando además de una crisis económica, sufre una crisis natural o sanitaria. Por lo general, en cualquier parte del mundo si existe una catástrofe o guerra, la oposición se encolumna tras el oficialismo para poder salir adelante. No es el caso argentino con los conservadores como opositores.
Cristina Fernández dejó el país funcionando, sin deuda, algo que el ministro macrista reconoció públicamente. Macri transformó ese país que encontró en una colonia y su partido en una banda de fugadores. La mayor solicitud de un préstamo al FMI y otorgado por este sin ningún problema avalan la afirmación precedente.
El Congreso Nacional debe debatir los pedidos de préstamos al exterior. En la época macrista no se hizo y la famosa república que imperaba en los diarios estuvo ausente a la hora de embargar al país. No solo que Macri no consultó con el Legislativo sino que además estafó al Fondo. Las autoridades del FMI más Trump concedieron esa importante suma de miles de millones de dólares para que Macri ganara las elecciones. La plata prestada se suponía que iría a la obra pública para publicidad en campaña. Pero no fue así, y el ruin presidente del Pro fugó el préstamo que ahora el Ministro de Economía Guzmán se ve en figurillas para negociar y tratar de diferir el pago para el gobierno que viene.
Asumió la fórmula de los Fernández y la oposición se tomó vacaciones. Claro que ni bien llegó la pandemia encontraron el talón de Aquiles. Todos esperábamos que colaborarían con el Presidente o al menos no oponerse porque si. Nadie con sentido común podía pensar que un argentino se aprovechara de la desgracia de otro argentino. Claro que esto pasaría en un país donde no existiera ni Macri ni Bullrich. Pero lamentablemente existen.
Ellos más sus fanáticos trataron por todos los medios que el oficialismo cayera por toda la cuenta. Marchas anti-cuarentena, alianzas con la izquierda para que organizara protestas sin sentido, reacciones anti-vacuna y cualquier variante para que la gente se contagie, muera y acabara con el plan sanitario.
Ni Macri, ni Bullrich, ni Schiaretti, ni Larreta cuidan a sus votantes. Es más fuerte para ellos que el plan vacunatorio fracase, que la vida de sus votantes. También sus periodistas amigos festejan la enorme cantidad de muertos, si no pregúntele a los Leuco. Todos esperan el número cien mil para organizar una acción judicial condenando al Presidente como un genocida. Todo esto pasa en la Argentina de hoy donde muchos inocentes convencidos que dan la patria por el antiperonismo caen. Se desarman familias por asistir a esas marchas tan inútiles como necesarias para la proyección política de los miserables amarillos.
La pandemia pasará, las elecciones las puede ganar cualquiera, por ahora el Pro no triunfa, pero los muertos no volverán a la vida. La oposición berreta organizada por el eje de mal solo consigue que a la gente le vaya peor que en su gobierno. Luchan todos por un cargo que no van a cumplir. Hoy es una candidatura a una banca y cuando la obtengan no irán al Congreso, en el medio los covidiotas dando la vida por nada.
Una vez más se prueba el carácter humanista del Peronismo que no piensa en elecciones sino en salvar vidas. Quizás por eso sigue aumentando la intención de voto de Axel Kicillof. ¿No le parece?




