LA DOCTORA SALIÓ A LA CANCHA

Por Carlos Galli.
La Vicepresidenta de la Nación, se puso la campaña política al hombro.
Aunque los números, todavía le dan a favor al Frente de (casi) Todos, la Dra. Cristina Fernández, decidió salir a dar batalla y recuperar a los desilusionados, que no son pocos.
Al Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se le está escapando la tortuga. Ocurre lo mismo con el Presidente, Alberto Fernández. Hay que recuperar el voto peronista. Ellos dos no lo pueden hacer, entre tantos ¿Por qué?, simplemente, porque NO SON PERONISTAS.
Ante esto, la Dra. prefirió tomar el toro por las astas.
Volver a ser la protagonista, la que puede traer al ruedo a todos los que han dejado de creer en la coalición gobernante.
Con todas mis enormes diferencias con la Doctora Kirchner, admito que solo ella puede atraer a los votantes indecisos, aún aquellos que los hemos votado, aún a sabiendas, que están lejos de la doctrina occidental, humanista y cristiana fundada por el General Perón. Las veinte verdades peronistas, parecen olvidadas y la Marcha, nuestro segundo himno, ya no se canta en los actos políticos.
Mientras Cristina pide en un discurso a toda voz y en forma vehemente, que no se politice la vacuna, el Presidente Fernández y el Jefe de Gabinete, fueron a recibir el avión que traía el antídoto, y con total desparpajo, se pusieron un chaleco fluorescente color naranja. Parecería que no prestaron atención a la Vicepresidenta.
Fue clara y convincente, la vacuna no es parte de la campaña, pero no supieron o no quisieron escucharla.
Alberto Fernández y Axel, deberían, por un tiempo cerrar sus respectivas bocas y dejar que la Doctora Fernández sea quien dirija la batuta. A ambos, les ha quedado enorme el Frente de (casi) Todos. Uno por derecha y el otro por izquierda, están meando fuera del tarro.
Por favor, dejen a la Presidenta del Senado, chamuyarle a los descontentos y a los desilusionados, ustedes cómo tantos otros dirigentes, cierren el buzón, abran sus oídos y aprendan. También abran bien grandes sus ojos, para ver la realidad de lo que necesitan los humildes y los pobres.
Cristina Fernández sola, puede más que toda la dirigencia política que integra la coalición que gobierna la República.
Solamente Ella puede o al menos, hará lo posible y hasta lo imposible, para que el pueblo vuelva a creer que este puede ser un país mejor, y que todos tengamos una mejor calidad de vida, más digna y que merezca ser vivida.




