TODO ES MENTIRA

Por Bret Sinclair.
Elisa Carrió dice que la vacuna rusa envenena, después dijo que no dijo lo que dijo. La piba pronuncia cuatro palabras de las cuales cinco son mentira. En nombre del periodismo Majul, Feinmann y Viale dejan la repregunta a un costado para mandar centros de derecha y convalidar la sucesión de mentiras.
Macri fue golpeado por su madre cuando mentía y era muy chico. Evidentemente el sistema no funcionó. Macri necesita la mentira como el humano el aire. Fernando Iglesias, Lombardi, y demás profesionales de la desvergüenza hacen un combo, una mentira, un insulto, una mentira, un insulto.
Todo lo dicho no puede ser desmentido ya que desconocen la verdad, además cuatro años de saqueo económico me otorgan la razón.
La derecha berreta compuso un discurso teniendo como base a la mentira para manipular a la sociedad. Lo logró en el 2015, casi repite en el 2019. No es tan difícil saber cómo hacen lo que hacen, pero vamos a detenernos unos segundos en cualquier mensaje de la ultraderecha para saber cómo es el sistema.
Y esto es así: Primero utilizan una estrategia de distracción, es decir, si el tema es el Covid hablan de las escuelas o de la marca yanqui.
Luego crean problemas y después ofertan soluciones. Paro del campo, marchas anticuarentena donde la solución es el aumento en las ganancias para el campo o comprar la vacuna yanqui para solucionar la cantidad de enfermos y de paso cobrarle la comisión a la empresa.
Como tercer punto podemos decir que emplean una estrategia de gradualidad. Marchas cada quinces días logran romper el plan sanitario.
También emplean una estrategia de diferir. Las clases son presenciales y mañana no, luego no hay clases y más tarde las clases terminan el 22 de diciembre pero siempre distinto al Plan Nacional.
Se dirigen al público como criaturas de poca edad. De hecho la campaña la hacen con un globo en mano cada uno y exclamando ¡se puede! Las conferencias del intendente de Villa Lugano son en voz baja y explicando cada término.
También utilizan el plano emocional mucho más que la reflexión. En la cámara baja gritan, lloran e insultan. La Carrió siempre se victimiza, ni hablar de los ejemplos de la Bullrich.
Mantienen al pueblo en la ignorancia y la mediocridad. Si tienen al Dipy como vocero no hay anda más que explicar. Los discursos de Macri no pasan los cincos minutos y el otro filosofo es el mago sin dientes. Nada para decir.
También estimulan al público a ser complaciente con la mediocridad. La Bullrich alentando al Dipy sintetiza lo dicho. Si hay un partido sin contenido intelectual este es el PRO.
Refuerzan la auto-culpabilidad. El desastre económico no es responsabilidad del gobierno, ni de Macri, ni de la fuga de capitales, sino de nosotros y la yegua.
Por último intentan conocer a los individuos mejor de lo que ellos se conocen a sí mismos. De hecho en las conferencias de prensa hablan con el periodista por su primer nombre, -como si lo conocieran de toda la vida-, no por el apellido, ni el medio. Suelen ser generosos con la plata del Estado en pautas y regalos para bajar la carga negativa del periodismo en futuras notas.
Bien, ya saben cómo los manipulan. ¿Quiere saber por qué? Fácil, para demoler un país, entregarlo al Imperio y empobrecerlo. Ya sabe, si no quiere morir pobre y atontado nunca más los vote. ¿No le parece?




