Hidrógeno argentino de todos los colores.

Por Margarita Pécora B. –
Aunque pareciera que hoy, todo el espectro informativo a nivel nacional se desarrolla solo en torno a la pandemia, las medidas restrictivas y las vacunas- tironeos mediante-, existen otros desafíos que concitan la atención de dirigentes tanto del Poder Ejecutivo como del Legislativo de la nación, no solo oficialistas sino también de la oposición, unidos en el interés común de colocar más rubros argentinos en el mercado mundial donde se distinga no solo por la soja y otros preciados granos, sino también por derivados de la energía renovable como es el Hidrógeno.
Ya no se trata de descubrir el potencial que tiene la Argentina en este rubro, sino de ponerlo en explotación con vistas a generar nuevos renglones exportables. Sobre eso giró el Foro «Hacia una estrategia nacional Hidrógeno 2030» organizado y celebrado por el Consejo Económico y Social (CES), en el Museo del Bicentenario de Casa de Gobierno.
Allí, especialistas del sector público y privado destacaron la potencialidad de la economía del hidrógeno en la Argentina y coincidieron en que el país cuenta con recursos vastos para la producción de hidrógeno verde, azul y rosa.
Con énfasis remarcaron que es necesaria una coordinación público-privada para poder llevar adelante un proyecto competitivo, y estimaron que podrían generar exportaciones por más de US$ 15 mil millones en 2050, crear más de 50 mil empleos de calidad y contribuir a alcanzar las metas de descarbonización de la matriz energética.
Pero qué es el hidrógeno, dónde está, cómo se explota, se preguntarán algunos. Seguro que a vos te enseñaron en la escuela que “El hidrógeno es el elemento químico de número atómico 1, representado por el símbolo H, el más ligero de la tabla periódica de los elementos.
Aunque es el elemento químico más simple formado únicamente por un protón y un electrón) el hidrógeno es uno de los más importantes para la vida. Por suerte, es el elemento más abundante en el universo y es imprescindible para la vida, tanto que sin este elemento químico no habría agua .
Sin embargo, el hidrógeno se utiliza en otros muchos ámbitos. Uno de los más importantes en la actualidad es en el transporte, ya que el hidrógeno podría ser el combustible del futuro. Para ello se utilizaría la hidrólisis, el proceso que crea hidrógeno a través del agua y de la luz.
De ahí la extrema importancia que dieron los participantes en el Foro a la imperdible oportunidad de explotar los vastos recursos que tiene la Argentina, para la producción, utilización y exportación de hidrógeno en distintas formas: hidrógeno verde (a partir del desarrollo de la energía solar y energía eólica); hidrógeno azul, (a través de sus amplias reservas de gas natural y la red de gasoductos); e hidrógeno rosa, (a partir de la utilización de la energía nuclear).
En la presentación, el secretario de Asuntos Estratégicos y presidente del CES, Gustavo Beliz, resaltó que «en un mundo que está iniciando una gran revolución energética, Argentina tiene inmejorables condiciones para posicionarse de modo competitivo transformando la matriz energética y a la vez generando inclusión social en todo el país».
Para lograr tal objetivo el dirigente postuló la necesidad de una coordinación público-privada y agradeció la presencia en el evento de representantes de empresas del sector y de legisladores de la oposición y oficialismo.
En el noroeste argentino (NOA) existe una alto potencial para desarrollarlo mediante energía solar ya que duplica la media mundial de radiación diaria. La Patagonia tiene un potencial enorme de generación de energía eléctrica a través de la generación de vientos». La intención del Gobierno explicitada por Béliz es constituir una estrategia nacional sobre el hidrógeno hasta 2030.
¡Ojalá seamos capaces de volcar tantas ideas esperanzadoras en una estrategia nacional viable y concreta por el Hidrógeno argentino 2030!




