
La inflación del mes de febrero, en nuestro país, fue del 6,66.
Según La Biblia, el 666, es el número de la bestia. El número de Lucifer. El número del diablo. El número de Satanás. El número del ángel caído. El número del enemigo de DIOS.
Este lo pueden encontrar en libro de las Revelaciones, o EL APOCALIPSIS, del Apóstol Juan.
Ustedes piensan o creen que es una mera coincidencia, o casualidad. En absoluto. Las casualidades no existen. Es una causalidad, la inflación del Gobierno «nacional y popular», llegó a este número que es no solo preocupante, sino que además, es diabólico.
Pero hay una enorme esperanza. Porque en este mismo libro de encuentra lo siguiente: «Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron».
Claro que también están los Ángeles con las siete postreras plagas.
También el libro EL APOCALIPSIS, habla sobre LAS DOS BESTIAS.
Y si, nuestro país, en especial el PUEBLO sufre porque tenemos las dos BESTIAS. Uno por derecha y otro seudo progresista o de una farsa izquierda, disfrazado de peronismo.
Si lo que escribo, molesta, me gustaría que me lo hagan saber. ¿Por qué quiero saberlo? Muy simple, porque entonces significa que tengo cierta semilla de verdad.
La Biblia, para más de mil millones de almas, en la cual me encuentro, es la VERDAD ABSOLUTA y REVELADA.
Nada es casual. Tenemos la inflación con un número aterrador, 6,66, que es la serpiente antigua. Y finalizo diciendo que una de las mayores virtudes del demonio, es hacerle creer al mundo que no existe.
Los acontecimientos de nuestro país y del planeta, demuestran que está vivo y coleando. Por ello, existen guerras, hambrunas, epidemias, pandemias, dictadores y tiranos. Dictaduras y tiranías y monarquías, cuando el único Rey es DIOS.
ARGENTINA, país que en febrero, tuvo de inflación, la marca de la bestia. 6,66. Más claro, agua. Tal vez piensen que soy un chupa cirios. Nada más lejano. Solo soy un cristiano militante, predicador de la palabra de DIOS.
Claro, tenemos el inmenso gozo y alegría, que NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, también VIVE y REINA.