Al tiempo que Cristina Fernández anunciaba por cadena la institucionalización satelital, Daniel Scioli, en el interior profundo ante el pueblo santiagueño, hablaba de las 3 T y las 3 D.
“Mientras desde este espacio nosotros hablamos de Tierra, Techo y Trabajo, Mauricio Macri habla de desánimo, deslegitima las elecciones y propone devaluaciones que afectan a los trabajadores”, expresó el candidato del Frente Para la Victoria.
Y de esta manera, se encara la recta final rumbo a los comicios de octubre. El oficialismo, con un primer lugar donde coinciden todas las encuestadoras, bajando un mensaje de fe y esperanza acompañado por la presidente con inauguraciones y hechos trascendentales como el lanzamiento de ARSAT 2.
Por su parte, la oposición con dos mensajes contrarios pero diferentes entre sí. El massismo promete todo lo que un candidato puede hacer, sabedor de que éste no es su tiempo. Por ahora, segundo en la elección popular se halla Mauricio Macri. Massa tercero pero en ascenso.
El discurso del PRO, propio de la derecha, se basa en frases demagógicas y poco creíbles. Mientras Macri recorre el interior prometiendo pobreza cero, María Eugenia Vidal mantiene silencio de radio ante el electorado bonaerense.
Todo se produce en el marco de una gestión presidencial que se retira de Casa Rosada con 55 por ciento de imagen positiva. Mientras Cristina anuncia que en los próximos ocho años el país construirá 20 satélites para la venta en América Latina, Scioli busca el voto del continuismo y Macri se pregunta, ¿Dónde está Niembro?
Daniel, seguro de su primer puesto, rechaza el debate y recorre el país con el mensaje papal, “Techo, Tierra y Trabajo” es su síntesis. Su equipo observa que no pasa el 40 por ciento de los votos pero también entiende que Massa le resta a Macri y esto posibilitaría el triunfo en primera vuelta.
Macri, después del Niembro Gate que le restó dos puntos porcentuales, timbrea menos pero recorre más. Su discurso se basa en “Pobreza Cero”, lucha contra el narcotráfico y en la unidad en los argentinos. En el medio, quedan promesas como 1.000.000 de créditos hipotecarios y el cambio que necesita el argentino.
El problema que tiene la derecha es que sus anuncios son refutados por ellos mismos. Si su equipo económico asegura un ajuste y una devaluación, es impensada la pobreza cero.
Sin poder natural, sin ninguna gobernación manejada por el PRO, ¿Pueden explicar cómo van a detener al narcotráfico? Y por último, sólo en el proceso militar los argentinos eran derechos y humanos porque jamás existió entre nosotros la unidad que pretende el alcalde porteño.
De los créditos hipotecarios, ni hablar, pues el Plan Alquilar propuesto por Macri en la Ciudad sólo otorgó solución completa a 15 familias con un costo publicitario de 4 millones de pesos.
Por otro lado, Sergio Massa con sus caballitos de batalla, recorre estudios de televisión. Sacar el impuesto a las ganancias y darles el 82 por ciento a los jubilados, es como prometer a los chicos que los reyes magos pasarán tres veces al año.
Así las cosas, el candidato oficialista apoyado en la estructura K, puede chicanear con Macri y decir que el PRO interpreta el desánimo, la devaluación y la deslegitimación. Desde esta columna, apostamos al motonauta pues se observa más ordenado, organizado y optimista: las 3 O. Sólo le pedimos las 3 C, que sea claro, concreto y consecuente en su gestión presidencial.
