2021: No será un camino de rosas.

Por Margarita Pécora B. –
Del último día del año que recién dejamos atrás, quedó prendida a la memoria la imagen de un grupo de personas quemando en plena calle un cartel hecho a mano, que solo decía “2020”. Semejante símbolo, sin necesidad de ser experto grafólogo, ni sicólogo, alcanza para describir los sentimientos encontrados de la sociedad, de inmenso rechazo, por un lado al año funesto que se deja atrás marcado por los necesarios encierros, los temores y los cambios bruscos en la cotidianidad de la vida; sumado al dolor por las pérdidas de vida, para muchas familias. Por otro lado, la ansiedad por recibir este 2021 lleno de nuevas esperanzas de mejoramiento en todos los órdenes de la vida.
Y enero arrancó dejando ver las primeras luces al fondo del túnel con un avance en el magno operativo de vacunación con las primeras 300 mil dosis de la Sptunik V; que sumarán otras partidas de nuevos laboratorios conveniados.
Pero eso no basta; las luces de alarma siguen prendidas porque la llegada de la vacuna contagió entre la población más joven del país, sobre todo, la percepción de que “ ya no hay que cuidarse tanto”, y le dijeron chau al barbijo y a la distancia colmando plazas en peligrosos encuentros multitudinarios que hoy nos llevan a lamentar un pico de contagios . Solo en la Ciudad de Buenos Aires reportaron 2 mil casos el último día del año.
Por otro lado un sector del periodismo que responde a la oposición al gobierno, opera política y mediáticamente, instalando más y más dudas sobre la efectividad de la vacuna rusa; y acorrala a expertos infectólogos para que los ayuden a sembrar dudas.
Pocos medios amplificaron este primer día del 2021, el mensaje del presidente de la nación Alberto Fernández cuando, minutos después de la medianoche, además de saludar a los argentinos/as por el nuevo año, hizo un repaso del 2020, y apuntó hacia lo más importante: la vacunación para poder levantarnos y reconstruir el país. Su mensaje invocaba a la unidad como un gran desafío y la definió como fuerza motor de la reconstrucción del país en 2021.
Por suerte la gran mayoría del pueblo argentino está convencido de que la batalla será larga y grandiosa, que el camino no está sembrado de pétalos; y que nadie debería darse el lujo de tomarse vacaciones sobre todos los que están en la primera línea de combate por construir el presente, que tiene en la vacunación, parejamente con la reactivación de la economía, los dos ejes prioritarios.
El periodismo que accede a los principales medios de comunicación, tiene ante sí la enorme responsabilidad de servir con seriedad y profesionalismo en esta hora crucial para el país; sin más operaciones adversas, sin más mensajes de odio, que solo logran dividir a la sociedad y frenar el avance que necesita la Argentina para ponerse, ahora sí verdaderamente de pie.




