
En octubre del 2019 se llevó a cabo en la ciudad de Nueva York el evento 201. En esta reunión participaron 130 personas entre 15 expertos en epidemias y autoridades empresariales, políticas y de salud mundiales. El evento estuvo auspiciado por Bill Gates y se realizó un simulacro de las consecuencias del Coronavirus. Esto ocurrió dos meses antes que el Covid se presentara en sociedad. Este comentario fue mencionado por este espacio en marzo de este año. Ahora bien, visto y considerando, que los medios de comunicación solo informan de la cantidad de muertos y enfermos agreguemos algún dato más a esta tragedia.
En marzo también dijimos que este virus puede ser manipulado en su origen o diseñado. Nadie lo desmintió y algunos investigadores serios -sin intereses creados- coinciden en la idea. Pero avancemos un poco más.
En el evento se habló sobre la duración y las consecuencias. Textualmente se dijo lo siguiente: “el escenario culmina a los 18 meses con 65 millones de muertos. En ese momento la pandemia comienza a disminuir debido a la disminución de número de personas susceptibles. La pandemia continuará hasta que haya una vacuna efectiva o hasta que el 80 por ciento de la población mundial haya estado expuesta. A partir de ese momento, es probable que sea una enfermedad infantil endémica”.
Esto se dijo en octubre del 2019. Con lo cual, si los expertos no se equivocan falta un rato para que culmine todo. No llegamos al millón de muertos y predijeron 65 millones, tampoco llegamos al año de comienzo, con lo cual esto no termina y la vacuna no llega.
También se pueden equivocar. No olvidemos que la mayoría de aquellos reunidos en Nueva York llegaron de países donde el libre mercado impera y el estado no cuenta para salvar vidas. Por citar un ejemplo, para esa época en la Argentina mandaba Macri y si seguía en el gobierno los muertos hubieran aumentado ya que públicamente Macri aconsejó a Fernández copiar al gobierno inglés, el mismo que marcha primero en la tabla de fallecidos en Europa.
Entonces al ciudadano común le queda saber escuchar y saber actuar. Los expertos no pueden equivocarse tanto pero no saben dónde, cuándo y quienes caerán producto del bicho maldito. Si Argentina sigue en el camino que trazó el gobierno no aportará la cantidad de muertos que la elite desea. En pocas palabras, desoír a los anti-cuarentena. Evitar cualquier contacto masivo y tener mucha paciencia. Los anti-cuarentena son funcionales a la oligarquía financiera que precisa menos gente y más riquezas. Y para muestra un botón, cuando se realizó la marcha hacia el obelisco, con banderazos desde Pilar y Tigre, una señora, abuela ella de dos nietas y con una hija enferma del virus, marchó al obelisco sin barbijo y protestando contra el gobierno. La abuela acaba de fallecer de covid-19.




