El secretario general de la Unión Docentes de la Provincia de Buenos Aires (UDOCBA), Miguel Ángel Díaz, habló con Comunas acerca de lo que denominó como el peor momento que atraviesan los educadores en todos sus años de experiencia. Sin embargo, se mostró optimista con el desarrollo que tiene la entidad que dirige en el ámbito del trabajo sindical.
Tras 40 años en la docencia, ¿Qué momento viven los educadores en la Provincia de Buenos Aires?
El peor. Es un momento muy malo económicamente en donde literalmente hay compañeros que están orillando la línea de indigencia, en algún momento lo decíamos alarmados y hoy es una realidad. A pesar de los cambios tecnológicos que hubo, no ha habido por parte de los Gobiernos algún intento por interpretar las necesidades y las características del pibe de hoy. Los funcionarios tienen que generar los espacios para ver qué tipo de educación se necesita para el siglo 21.
¿Cómo continúa la negociación paritaria?
La ecuación es sencilla, al implantarse un modelo dependiente del FMI y abrir el país a las importaciones renegando de la industria nacional, se produce una continua caída económica. Si se achica el mercado interno va a ser imposible el rebote que proponen, teniendo eso en cuenta cualquier negociación salarial es difícil. El Gobierno ve la educación como un gasto.
¿En cuanto a las condiciones laborales?
Siempre sostuvimos que las paritarias tienen dos ejes fundamentales: el salario y las condiciones laborales (que siempre son inherentes a los pibes). Acá hay un elemento que está olvidado en la Provincia y se llama insumos: instrumentos que sirven para la enseñanza. De hecho, los programas impuestos por el Gobierno anterior han sido dados de baja. Ahora, llevan a cabo una política de tierra arrasada.
Tras el trágico suceso de la explosión en Moreno, ¿Cree que la sociedad ha dejado de caer en la demonización de la protesta docente que proponen algunos medios?
Durante el 2010 hicimos una campaña para mostrar el deterioro que tenían las escuelas estatales en la Provincia, gobernaba Scioli y ya se veía el decaimiento en las escuelas. Pasaron los años y nunca se invirtió. En el intento de reinventar métodos de protesta sindicales, fuimos a la Gobernación con una manifestación llamada “Carpetazo”. El carpetazo era una recopilación de reclamos que teníamos, dentro del cual estaba las condiciones laborales de los compañeros en el colegio 49 de Moreno, desgraciadamente nos anticipamos a la situación. No sólo que María Eugenia Vidal no nos atendió, sino que tampoco mandó un secretario para recibirnos. No hay peor ciego que el que no quiere ver..
¿Qué vimos en la manifestación de Luján?
Fue una masiva movilización, con trabajadores que el neoconservadurismo ha expulsado del campo laboral. El reclamo es multisectorial, de todos los que pensamientos en una patria libre, justa y soberana.
¿Cuál es su análisis del Frente Sindical para el Modelo Nacional?
Que todos los días suma adhesiones, y que la CGT va a seguir sufriendo más bajas porque el momento necesita una conducción sólida. Esa conducción tiene el nombre de Pablo Moyano a la cabeza, no me caben dudas.
